jueves, 31 de marzo de 2016

Siguen caminando como si nada, pero hay algo extraño,
convulsiones discretas del cuello,  movimientos inconexos del fémur, direcciones equívocas de pies, distracción muscular, también sonidos guturales.

Los hombres corren con los brazos arriba, muy estirados hacia arriba, como si una fuerte consciencia o enorme borrachera les hiciera sentirse inmensamente felices; luego la calma de los cuerpos y la sonrisa que brota y se añade a la sensación caliente y húmeda en los pantalones.

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