Siguen caminando como si nada, pero hay algo extraño,
convulsiones
discretas del cuello, movimientos inconexos del fémur,
direcciones equívocas de pies, distracción muscular, también sonidos
guturales.
Los hombres corren con los brazos arriba, muy estirados hacia arriba,
como si una fuerte consciencia o enorme borrachera les hiciera sentirse inmensamente felices; luego la calma de los cuerpos y la sonrisa que
brota y se añade a la sensación caliente y húmeda en los pantalones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario